Día 30
Una para recorrer a pie: Copenhague
København
La verdad me gusta caminar y, por ello mismo, me gusta conocer ciudades a pie.
La última vez que estuve en Copenhague, en gran medida lo que hice fue caminar el centro y los alrededores de la estación de tren, pues mis pies eran también mi principal medio de transporte.
Copenhague posee la mayor zona peatonal de Europa: Strøget, entre la Plaza del Ayuntamiento y la Nueva Plaza del Rey, y cerca a atracciones tales como el Tivoli y Nyhavn (foto), siendo así una gran ciudad diseñada para caminarse.
Aunque la verdad, yo no recuerdo a Strøget como tal. Creo que debo volver a gozarme Copenhague como es debido.
Día 29
Una para no volver: Benjamin Constant
La verdad estuve dándole muchas vueltas para esta categoría. No es fácil porque no soy una persona de vetos ni odios permanentes.
Así que terminé pensando de todas las ciudades donde alguna vez haya estado, cual es a la menos probable que busque regresar.
Benjamin Constant es una población en el Amazonas brasileño cerca a la frontera con Perú y Colombia, al que visité como parte del tour por Leticia y no recuerdo nada que la destacara de otras poblaciones amazónicas, salvo, quizás, el aserradero.
Repito, no es un veto. Símplemente no creo que sea tan especial como para procurar volver. (Aunque me dejo invitar.)
Día 28
Una para trabajar: Mountain View (California)
Aunque no conozco Mountain View, podría suponer que el clima californiano debe ser agradable para trabajar, pero la verdad no es el clima lo que me hace contemplar a esta ciudad del condado de Santa Clara.
No ahondaré en las razones por las cuales escojo esta ciudad aquí. Digamos, simplemente, que mis otras ciudades para trabajar ya estaban ocupadas y que este parece un lugar agradable.
Su nombre sugiere que tiene vista a la montaña, cosa que ya mencioné me gusta, y las montañas de Santa Cruz parecen ser también un lugar para practicar mi pasatiempo favorito de caminar en algo que no sea una ciudad.
Dice además Wikipedia que su centro es bastante caminable, cosa que en las ciudades de EE.UU. hay que destacar. Por ahí como que hay un festival de vino y arte y no mucho más para ver o hacer en esta ciudad, excepto trabajar. Pero por eso es que está aquí y no como ciudad para rumbear.
Día 27
Una que te recuerde una anécdota: Praga
Praha
La verdad nunca llegué a Praga.
El plan era simple. Estaba con unos amigos de Olimpiadas de Matemáticas en Berlín y revisando las rutas de trenes se veía interesante uno que salía esa noche para Viena. Era una época en la que a los Colombianos nos ponían pocas restricciones para viajar por Europa occidental y ni la recientemente unificada Alemania ni Austria nos pedían visa.
Lo que no nos decía el librito de las rutas de trenes es que ese tren atravesaba Checoslovaquia (aun unida) y esta ex república de la cortina de hierro sí requería visado. En la frontera entre Alemania y Checoslovaquia un oficial de inmigración sin una gota de inglés (mucho menos español) nos hizo hacer entender que teníamos que pagar USD 36 sólo para entrar, así no tuvieramos planes de bajarnos en Praga a conocer.
Sin tener idea de qué tal era Praga como destino turístico, nos negamos y nos empacaron en el primer tren de regreso a Berlín donde símplemente tomamos un tren al siguiente destino interesante que vimos, el cual creo era Hamburgo o Copenague. La anécdota sigue en que tras el calor berlinés nos habíamos preparado para una Viena que al estar más al sur suponíamos más caliente aún y terminamos en una ciudad más fría.
Praga no me pareció gran cosa entonces, pero luego quice averiguar qué era esa joya que nos hubiera costado 36 dólares sólo por ver por la ventanilla del tren. De haberlo sabido entonces creo que hubiera gastado los 36 dólares y conocido una de las ciudades bonitas de Europa, protagonista entre otras de uno de mis videos favoritos: Never Tear Us Appart de INXS.
Día 26
Una para ver sólo en cine: Calcuta
Kolkata
Supongo que City of Joy me rayó y mostró a una ciudad exuberante y llena de contrastes como un sitio al que no me interesa conocer más que por cine o televisión.
Viendo fotos para documentar esta nota descubro a una Calcuta que va más allá de los barriales que recorría Sor Teresa y no debe sorprender que la tercera ciudad del país más populoso del planeta combine los contrastes de una ciudad moderna con la pobreza y las tradiciones de castas y descastados de la India.
La ciudad moderna y los templos sin duda son un atractivo. Visitar Calcuta no sería visitar su miseria. Pero, a la hora de la verdad, ciudades modernas y templos antiguos hay en muchos otros lugares y, sencillamente, Calcuta no es esa ciudad que esté en mi lista de las que hay que conocer. Pero puede seguir siendo escenario de buen cine.
Día 25
Una demasiado caliente: La Dorada
La Dorada (Caldas), fue el pueblo en el que creció mi papá y un destino obligado de vacaciones durante mi niñez.
En pleno valle del Magdalena, La Dorada es un pueblo de tierra caliente y bien caliente. Un lugar para que la ropa se te pegue al cuerpo con el sudor y sentir que no te puedes mover. Y, aún así, es un lugar donde íbamos y disfrutábamos.
También un lugar donde nunca aprendí a comer pescado de río y siempre mis papás o mi abuelita hacían maromas para que yo desayunara alguna otra cosa.
Hoy siento, sin embargo, que ningún calor es suficiente y quisiera saber nuevamente lo que es el calor de La Dorada. También hay quienes dicen que Barrancabermeja, un poco más abajo, es peor.
Día 24
Una demasiado fría: Cumbal
No es realmente una ciudad. El Cumbal es un volcán nevado, un lago y un municipio.
En enero de 1997, tras pasar Carnavales de Negros y Blancos en Pasto, en el grupo con el que íbamos se nos ocurrió la genial idea de ir a acampar a orillas del lago.
He vivido en ciudades con inviernos bajo cero. Subí el monte Fuji de madrugada y protegido tan solo de una chaqueta de cuero. Sin embargo nunca sentí tanto frío como a orillas del Cumbal.
Tal vez no es el mayor frío en el que he estado, pero era muy frío, tanto esa helada noche como el día siguiente. Y no tuve el placer de conocer una faceta más cálida del Cumbal como sí lo hice con el Fuji o con Estocolmo.
Día 23
Una para rumbear: Las Vegas
Como no soy muy rumbero, no tengo una buena recolección de rumbas para escoger con cual me quedo. Bogotá es donde más e rumbeado por el solo hecho de que aquí es donde vivo, y le siguen sus ciudades satélites Chía y Cajicá. Algo de rumba gocé en Estocolmo y no han faltado las invitaciones a rumbear cuando he estado en Cali, Barranquilla y Cartagena, aunque contadas las ocasiones.
En cuanto a fiestas y carnavales estuve en Pasto para un Carnaval de Negros y Blancos así que Pasto también tuvo su dosis de rumba. Pero ninguna de estas ciudades digo yo es mi ciudad para rumbear.
Así que sin nada conocido de experiencia propia, pienso en algún lugar donde me gustaría ir a rumbear. Ya no me siento lo suficientemente joven para pensar en Ibiza, así que tomo como opción a Las Vegas.
Bueno, igual si algún día voy a Las Vegas, dudo que me ponga en plan de rumbear así que no tendría por qué cambiar esta entrada. [aunque no estoy seguro de la lógica de esto.]
Día 22
Una para olvidar tus problemas: Kamakura
鎌倉
Si por algo se conoce a Kamakura es por la estatua del Gran Buda, pero además de esa estatua, la ciudad está llena de templos budistas, sintoístas y otros -istas japoneses.
En ocasiones, muchos monumentos católicos (y en general cristianos) resultan intimidantes. Más que relajantes. Si no es por la fé de la devoción no consideraría una templo cristiano antiguo como un lugar para encontrar paz interior.
En cierta forma los santuarios orientales reflejan otra energía. Posiblemente por ser más abiertos. Y Kamakura está llena de santuarios y templos de esos, incluyento al Gran Buda. Aunque Tokyo y Yokohama tienen también su buen número de templos, en la región Kanto Kamakura podría superarlos en densidad.
Kyoto es también otra de esas ciudades llenas de templos y conocer Japón y caminar sus santuarios, finalmente uno no distingue claramente cual es cual y es una vista de japoneces devotos, y turistas extranjeros y japoneses que no se deciden entre vivir una experiencia o tomar fotos a los detalles.
Pero Kamakura me dio algo que no me dieron Kyoto, Nara, Yokohama o Tokyo: la posiblidad de hundir mis pies en la arena de la playa mientras los mojaban las olas.
Es por eso, y no por el Gran Buda, que Kamakura está en este lugar de la lista.
Día 21
Una que visites recurrentemente: Melgar
Una de las cuestiones de que tu papá consiga una casa de descanso es que todos los planes de vacaciones se limitan a escoger entre ir allá o planear otra cosa. (Y casi nunca resulta planear otra cosa.)
La ciudad no da mucho. El tráfico se vuelve imposible en temporada alta y, para la cantidad de turismo que recibe, no hay buenas facilidades comerciales y bancarias. Pero realmente no es el pueblo de Melgar mi destino sino la casa de descanso de mi papá.
Y bueno, es un buen descanso.
(Y para los que van en plan de rumba, para eso sí tiene Melgar una buena serie de opciones.)
Día 20
Una para regresar: Pekín
北京 Běijīng
Si hay una razón de peso para regresar a Pekín es porque sin duda encontraré una ciudad muy diferente a la que conocí en 1990 por todos los cambios que ha tenido China en estos últimos 20 años.
Recuerdo enormes avenidas transitadas por unos pocos camiones y millones de bicicletas. Templos tradicionales y desarrollos urbanísticos típicos del comunismo del siglo XX: grandes aunque no muy altos edificios de apartamentos todos iguales. Eso sí, todo era en grande.
Y hoy sigue siendo en grande, pero habrá sin duda nuevos desarrollos, nuevas formas de transitar las calles y nuevas formas de sentir la ciudad.
Sin duda algo nuevo para ver. Una razón para regresar.
Día 19
Una con mar que quieras recomendar: Sídney
Sydney
Sídney fue la primera ciudad que tuve la oportunidad de conocer sin mis padres y tal vez, en cierta forma, la ciudad donde aprendí el placer de caminar sin rumbo fijo.
Llegué a Sídney en 1988, en plena celebración del bicentenario de la colonización australiana. Llegué a enfrentarme a una ciudad donde no hablaban mi idioma y no tenía a mis papás para que me tradujeran (y en ese entonces mi inglés era bastante rudimentario). A procurar mi alimentación, mi alojamiento y mis gastos en souvenirs.
Pero, además de eso, Sídney es una ciudad marina. Su Ópera proyectada sobre la bahía. La zona céntrica con vista al mar. Barcos, yates, muelles, etc. Playas demasiado frías durante el invierno en que la visité pero donde en verano sale la gente a surfear.
Hay algo en ese ambiente de metrópoli portuaria que también viví en Estocolmo y Yokohama que para un bogotano como yo resulta fascinante. En fin, Sídney es un lugar para ir.
Día 18
Una con montaña que quieras recomendar: Bogotá
Desde luego que mi ciudad tiene que estar en el conteo y qué mejor entrada que una ciudad para recomendar.
Bogotá es la mayor ciudad de Colombia y una ciudad donde se encuentra casi de todo. Un amplio espectro gastronómico y cultural. Sitios de esparcimiento y muchas cosas para ver.
Pero Bogotá además de ser una urbe es una urbe con montaña. Guarnecida por sus cerros orientales que son parte del paisaje. Buscar los cerros es parte del horizonte que en mi inconciente una ciudad debe tener.
Y me gusta el contraste de colores: los ocres de las fachadas de ladrillo, el verde de los cerros (la tonalidad de verde de los cerros y parques bogotanos) y el azul salpicado de blanco o el gris del cielo.
Esos cerros que se tornan rojizos cuando los alumbra el sol poniente o se ven negruzcos ante el sol naciente. Y una ciudad cuyo clima, soleado o lluvioso, disfruto.
Día 17
Una donde hayas pasado un chasco: Múnich
München
La verdad tampoco es que haya sido el gran chasco.
Viajar con el pasaporte colombiano siempre lo expone a uno a ciertas sospechas incómodas. Viajar además con cara de terrorista árabe también puede llamar la atención.
Viajaba por Europa en tren y llegué a Múnich desde Venecia. Con una barba de vaaaaaarios días, al bajarme del tren se me acerca un oficial (¿inmigración, aduanas?) y me pide papeles. Apenas saco mi pasaporte llama a su compañero diciéndole algo así como "¡Tenemos un colombiano!".
Un interrogatorio, una requisa a las maletas, incluso me pidieron mostrar que no llevaba nada bajo la ropa interior (eso sí con todo el respeto y sin tratos desobligantes) y finalmente me despidieron dándome la bienvenida a Múnich.
Digamos que uno sabe que la nacionalidad lleva sus riesgos y tras ese pequeño chasco continué mi visita de recorrer a pié a ver qué podía conocer de la ciudad.
Una de las primeras ciudades que yo haya visto con el centro peatonalizado. Eso me gustó.
Día 16
Una donde hayas encontrado algo valioso: Hamburgo
Hamburg
Uno de esos pequeños tesoros que tuve fue mi CD de Out Of Time de R.E.M. y parte de lo que lo hacía valioso para mí fue que en esa época no se conseguía en Colombia a pesar del éxito de Loosing My Religion.
No es que el disco fuera difícil de encontar en Estocolmo, donde vivía entonces, sólo que tenerlo me hacía sentir bien (además de que mi colección de música siempre fue escasa antes de la popularización del MP3).
El disco lo conseguí en un WOM (Word of Music) en la Ciudad Libre Comercial de Hamburgo, ciudad que a pesar de haber pisado unas tres ocasiones (siempre de paso) no recuerdo más qué tenía. Bueno, creo haber comido también alguna bratwurst y caminado sin rumbo buscando qué conocer.
En cuanto a mi pequeño tesoro... al regresar a Bogotá en 1993 se lo presté a un compañero de universidad y hasta ahí supe.
Día 15
Una donde hayas perdido algo valioso: Sasaima
Sí, perdí varias cosas en Sasaima a raíz de un robo que hicieron a la finca donde nos estabamos quedando, pero más bien estoy usando ese episodio como excusa para hablar de este pueblo cundinamarqués.
Sasaima está íntimamente ligado a mi juventud. Está primero El Monasterio, finca adquirida cuando un club de fútbol de empleados de la empresa de mi papá decidió volverse social (además de deportivo) e involucrar más a las familias de los asociados. Desde que tengo uso de razón, ir a El Monasterio era una parte imperdible de la vida.
También está La Isla, sede recreacional de la comunidad religiosa que regenta mi colegio (escuela), y a donde nos llevaron a distintas convivencias. Algunas de mis primeras dudas existenciales ocurrieron en La Isla.
Más adelante mi tía compraría un lote para construir una casa en Sasaima, en la vía hacia La Vega, y parte de mi noviazgo con mi actual esposa tuvo que ver con Sasaima.
Bueno, en El Monasterio me robaron un reloj que apreciaba mucho. Y algo de inocencia también me robó Sasaima.
Día 14
Una dónde te perdiste: Yokohama
横浜
Como bien lo reseñaba en Caminando ciudades, me encanta caminar sin rumbo, perderme, y reencontrar luego el camino.Así he recorrido, al menos parcialmente, muchas ciudades.Pero rara vez me he sentido realmente perdido en el sentido de angustiarme por conocer mi paradero o no tener idea de cómo volver.
La otra forma de perderse es cuando uno busca algún lugar y no lo encuentra, pero este tipo de perdidas suceden principalmente en la ciudad en la que se vive, así que para el reto del día 14 escogí a Yokohama.
En Yokohama partí del Parque Yamashita buscando el parque Negishi pero terminé en Idogaya sin mucha idea de por donde había estado o como regresar a un lugar conocido.Tan solo tras encontrar la estación de tren de Idogaya e intuir que tomando el tren llegaría a un lugar conocido fue que vi luz al final de mi túnel, pero no sería sino tras llegar a casa y revisar mi ruta en Google maps que tuve idea de por dónde fue que estuve.
Día 13
Una para encontrar al amor de tu vida: Fráncfort
Frankfurt am Main
Debo aclarar que el amor de mi vida lo encontré en Bogotá, pero eso es principalmente porque es la ciudad donde vivo, no porque haya algo particularmente romántico en el aire. En últimas cualquier lugar del planeta es lo suficientmente bueno para encontrar al amor de tu vida.
Pero si pudiera reescribir mi historia encontraría al amor de mi vida en un viaje, compartiéndo en un Albergue Juvenil (Youth Hostal) un par de desayunos y alguna caminata por la ciudad... y teniendo en mente esta imagen es que aparece Fráncfort del Meno en mi cabeza.
Una ciudad con bastante historia y a la vez una ciudad moderna. Atravezada por el río Meno, fue el lugar donde coronaban a los emperadores germanos y luego la ciudad motora del desarrollo de Alemania Occidental tras la segunda guerra mundial.
Actualmente mis recuerdos son nebulosos, pero bien valía la pena incluir esta ciudad en mi recuento de 30 ciudades y creo que esta sería la entrada ideal para Fráncfort.
Día 12
Una para conocer de carreras: Cannes
Muchos toures por Europa (e imagino en otras partes del mundo) insisten en conocer muchas ciudades en unos pocos días. Básicamente el esquema es llevar en bus al turista a los principales hitos, reseñar una breve historia de la plaza, iglesia, monumento o edificio que se está viendo y dejar un breve tiempo para que se tome fotos y compre chucherías.
Algunas ciudades como Paris, Londres o Nueva York son demasiado grandes o tan llenas de sitios especiales que un día no alcanzaría, pero prácticamente cualquier ciudad es suceptible de este tipo de visitas relámpago.
Desde luego, siempre quedará espacio para vivir la ciudad de otra forma. Tomarse un tiempo para caminar las calles, recorrer sus museos, gozar sus festivales, degustar sus comidas...
Pero, a la larga, hay muchas ciudades parecidas y más allá de una ciudad de la Costa Azul francesa y la tradición del festival, en Cannes no vi algo especial por lo que valiera la pena tomarse un tiempo extra para seguir visitandola.
Acepto desmentidas con invitación.
Día 11
Una para llevar a esa persona especial: París
Paris
Estuve pensando en no ser cliché, pero definitivamente París siempre será París.
París tiene mucho para dar y aun hay muchas cosas que no he conocido y que sin duda serían ideales para visitar con mi esposa. Visitar la tumba de Jim Morrison, ir a ver el Can-can en el Moulin Rouge, un paseo por el Sena.
Es posible también que en este momento esté contaminado por la película Midnight in Paris de Woody Allen, pero la sensación que me deja es que hay un París que aun no conozco. No creo, desde luego, que daré la vuelta en una esquina y terminaré en La belle epoque o en la corte de Luis XIV. Es más cuestión de recorrer esos cafés, esos mercados de pulgas y otras cosas que sin duda se disfrutarían más en complicidad de la pareja que en un paseo familiar.
Día 10
Una donde hayas tenido una experiencia inolvidable: Nara
奈良
Caminar es una bonita forma de conocer ciudades y Nara, en Japón, es una bonita ciudad para caminar. Entre la estación de tren y el gran templo oriental Tōdai-ji es una placentera caminata en medio de ciervos a quienes uno puede alimentar.
No faltó el ciervo macho que intentó embestirme, la infaltable perdida buscando rutas alternas, o la tranquilidad de ver peces nadando en un estanque.
La visita fue una visita corta que hice a Kyoto y Nara. Un par de noches en Kyoto y Nara fue el plan para el día intermedio. Algunos de los recuerdos de la visita pueden verse haciendo clic sobre la foto que acompaña este artículo.
Día 9
Una que te gustaría ver en una serie o telenovela: Medellín
Varias veces me he preguntado porqué la segunda ciudad de mi país está tan abandonada por los productores nacionales de series y telenovelas.
El cine, sobre todo el cine de pandillas y narcotráfico ha dado un lugar a Medellín y dentro de este mismo género recientemente se vió una adaptación a televisión de Rosario Tijeras pero pare de contar.
Medellín es una ciudad con mucho que mostrar y a mi parecer la Bella Villa haría de marco ideal para casi cualquier historia urbana y no solo para el cine y las series de traquetos. Me gustaría ver retratados en la pantalla chica ese Medellín de emprendedores, su interesante escena universitaria, sus parques, centros comerciales y barrios.
Día 8
Una para sobrevivir 5 días con menos de US$ 25: Johannesburgo
Johannesburg
Esta selección fue difícil, particularmente porque no he tenido que vivir la experiencia.
La idea es buscar una ciudad donde puedas ahorrarte el hotel (asumiendo que no recibirás la generosa posada de un amigo) y buscar una subsistencia económica. Las alternativas al hotel serían un parque, una estación de tren, el aeropuerto, debajo de un puente, etc.
En cuanto a la comida, todo depende de qué tan dispuesto estés a desayunar, almorzar y comer con hamburguesas de 1000 pesos (USD 0,60).
Me tocó hacer trampa y buscar la ciudad más barata en Internet. No tengo idea de cuales son los precios. Sudáfrica tiene fama de insegura, lo cual encarece la experiencia. Aún así dejo a Johannesburgo.
Día 7
Una que te decepcionó: Génova
Genova - Zena
Esta categoría bien puede ser injusta porque no depende de la ciudad como tal sino de cómo la viviste y creo que con Génova puedo ser bastante injusto.
Recorríamos con mis papás Europa en automóvil entre Cagnes-sur-Mer y Pisa, en un viaje redondo que partía de Estocolmo. El viaje dejó varias agradables sorpresas y una que otra ciudad descepcionante como Grenoble y Nuremberg.
Génova parecía una parada interesante por toda la historia que la ciudad tiene. Pero no fue posible ver nada de aquello que tuviera que ofrecer más que un tráfico caótico que nos llevó a moles de edificios de fábricas y apartamentos.
Desde luego que podemos culpar a la experiencia a nuestra culpa. No tener idea de hacia dónde realmente ir. Pero también podría decir, como defensa a que la ciudad esté en esta nota, que no había una señalización adecuada para llegar a lo que fuere interesante.
Por mala señalización también nos perdimos en Pisa buscando un hotel... pero al menos en cualquier lado le decían a uno donde quedaba la torre.
Día 6
Una que esté sobrevaluada: Cartagena
Primero aclararé una cosa: Cartagena de Indias es una ciudad que he disfrutado y que tiene sus encantos.
Hay muchas cosas que me gustan de Cartagena. Recorrer Bocagrande, disfrutar del sol, el mar y la playa. Pasear por la ciudad amurallada. Sin duda hay muchas formas de gozarse la ciudad.
Solo que creo que Cartagena no es la ciudad de mostrar. El desarrollo urbanístico desordenado de la parte turística de Bocagrande y que ahora se extiende hacia el norte, las murallas que tumban para pasar Transcaribe, el cinturón de miseria alrededor del Cerro de la Popa... y toda esa ciudad que existe por fuera de la mirada de los turistas.
Creo que Cartagena tiene un gran potencial, y mientras lo desarrolla me la seguiré gozando en la medida de mis capacidades.
Día 5
Una que te resultó una agradable sorpresa: Barranquilla
De niño había estado en La Arenosa, un paso obligado cuando de familia íbamos de paseo a Santa Marta y Cartagena y pasábamos a visitar a mi tío que vivía entonces en Curramba. Mis únicos recuerdos de Barranquilla en mi infancia eran el cruce del Puente Pumarejo sobre el Magdalena y la casa de mi tío.
Siempre consideré a Barranquilla como una simple ciudad. Un pueblo grande, tal vez feo, con las calles llenas de arena y una población desordenada y bulliciosa... hasta que tuve la oportunidad de visitarla.
Me gustó su arquitectura. Sus casas con techos de cuatro aguas y ventanas en arco. Recorrer las calles en los alrededores de Prado. Tener esa sensación de estar visitando no un pueblo grande sino una verdadera ciudad. Puedo decir que Barranquilla me encantó.
Hoy en Twitter no sé si sigo a más barranquilleros que medellinenses. Algo tiene esa ciudad que me sigue atrayendo aun cuando no he vuelto desde 2004 y algo dentro de mí me dice que tengo que regresar pero para carnavales.
Día 4
Una que no tuviste tiempo de conocer lo suficiente: Nueva York
New York
Creo que no me cansaré de decirlo, mi paso por Nueva York fue demasiado fugaz
No conocí Time Square, no conocí Central Park, no conocí el Yankee Stadium, ...
Nueva York es una ciudad a la que tengo que volver y no sólo a ver edificios, parques y monumentos sino que, al igual que en Londres, Nueva York es una ciudad donde tengo amigos con quienes departir y sentir esa ciudad que vive y no solo esa ciudad que pasa de visita y turismo.
Nueva York es La Ciudad, sin duda. La que hay que conocer sólo porque hay que conocerla. Mi breve paso por la Gran Manzana no hizo más que dejarme antojado de más, de mucho más.
Día 3
Una que quisiste conocer pero aun no lo logras: Lima
Finalmente Lima le ganó la batalla a Helsinki porque al menos para Lima sí tomé alguna vez el teléfono y llamé a una agencia de viajes, porque me doy cuenta que estoy despreciando a Sudamérica y porque creo que siempre he tenido más motivos para visitar a la capital del Perú que a la de Finlandia
Una ciudad con un peso colonial aún más importante que el de mi Bogotá y la puerta de entrada al Perú del Inca. Una ciudad donde nunca llueve (excepto la vez que mi tía pasó de visita). Lima, sin duda, es una ciudad que he querido visitar aún cuando no sea en la compañía que en su momento quise.
Día 2
Una donde te gustaría vivir: Estocolmo
Stockholm
Sigo creyendo que la Venecia del Norte es una de las ciudades más bonitas que conozco. Situada donde el lago Mälar se une al mar Báltico Estocolmo combina una ciudad moderna con su centro antiguo con estos dos grandes cuerpos de agua, formaciones rocosas y mucho bosque.
Cuando regresé a Bogotá tras vivir en la capital sueca descubrí lo intimidante que puede llegar a ser el transporte público colombiano y, aunque juzgara por sólo ese detalle me vería tentado a revisar los sistemas que operan en Tokyo-Yokohama o en Nueva York, la combinación de todo: de saber cómo moverme, de encontrar un gatukök, de combinar la roca, el bosque, el agua y la ciudad en una ciudad de estaciones cambiantes me hacen añorar vivir nuevamente en Estocolmo.
Día 1
Una con la que siempre soñaste: Londres
London
Tal vez no es la ciudad que siempre soñé, pero está en el top 5 de las ciudades que sueño actualmente: Londres, Nueva York, Buenos Aires, Dubai y Singapur.
Es una ciudad que se me ha escapado por conocer. Esa gran capital de Europa occidental que siempre se me ha escapado. Ciudad donde han vivido o viven hoy varios compañeros de la universidad y dos de mis primas y que creo que toda mi familia ha tenido el placer de conocer menos yo.
Londres me la imagino como una ciudad intimidante, con mucho que dar a quien la visita temporalmente y todo un desafío para quien la vive. Mi sueño sería conocerla, conocer esa parte turística y conocer el feeling de una cuidad donde la gente vive.
Índice de días y ciudades
Tomado de #30ciudades.Wordpress.com.
- Una con la que siempre soñaste
- Una donde te gustaría vivir
- Una que quisiste conocer pero aun no lo logras
- Una que no tuviste tiempo de conocer lo suficiente
- Una que te resultó una agradable sorpresa
- Una que esté sobrevaluada
- Una que te decepcionó
- Una para sobrevivir 5 días con menos de US$ 25
- Una que te gustaría ver en una serie o telenovela
- Una donde hayas tenido una experiencia inolvidable
- Una para llevar a esa persona especial
- Una para conocer de carreras
- Una para encontrar al amor de tu vida
- Una dónde te perdiste
- Una donde hayas perdido algo valioso
- Una donde hayas encontrado algo valioso
- Una donde hayas pasado un chasco
- Una con montaña que quieras recomendar
- Una con mar que quieras recomendar
- Una para regresar
- Una que visites recurrentemente
- Una para olvidar tus problemas
- Una para rumbear
- Una demasiado fría
- Una demasiado caliente
- Una para ver sólo en cine
- Una que te recuerde una anécdota
- Una para trabajar
- Una para no volver
- Una para recorrer a pie